La Memoria Histórica selectiva del PSOE

Ayer se cumplieron 70 años del fusilamiento de las llamadas "13 Rosas", un grupo de jóvenes de izquierdas que murieron durante la represión tras la Guerra Civil.

Ayer la plana mayor del PSOE acudió al Cementerio de La Almudena a homenajear a estas muchachas, lo cual me parece muy loable, toda vez que la pérdida de vidas humanas, sea por la represión franquista, por las checas del PSOE o por los asesinatos de Paracuellos, es lamentable y no debe ser olvidada.

Lo que me llama la atención es que el 13 de Julio, 73º aniversario del asesinato de Calvo Sotelo a manos de militantes socialistas pasara desapercibido para estos que tanto ruido arman con los "crímenes" del otro bando.

Por si algún militante del PSOE lo ignora, José Calvo Sotelo, diputado de la derecha en 1936 fue amenazado de muerte por Dolores Ibarruri, La Pasionaria, de la que tan orgullosa está la izquierda actual, en el propio parlamento. Tras un discurso de Calvo Sotelo, Pasionaria dijo:" Éste es la última vez que ha hablado". Menos de un mes después era asesinado.

Otro militante del PSOE que amenazó a Calvo Sotelo fue Ángel Galarza, a quien se atribuye la creación de las checas ( "cárceles de tortura y represión para los desafectos durante la Guerra Cvil en la zona republicana").

En la madrugada del 13 de julio de 1936 un grupo de Guardias de Asalto y militantes socialistas, dirigido por el capitán Fernando Condés le detuvo en su domicilio y le introdujo en el interior de una camioneta de la Guardia de Asalto donde Luis Cuenca, militante de las Juventudes Socialistas y guardaespaldas de Indalecio Prieto le asesinó a sangre fría disparándole dos tiros en la nuca.

En fin, volver a hablar del doble rasero del PSOE sería redundar más en lo mismo, porque eso doble rasero lo aplica a todos los aspectos de la vida, pero lo que yo me pregunto es: ¿pedirá algún día algún dirigente del PSOE perdón por todas las tropelías que ha cometido su partido? Y no me refiero solo a este crimen, sino también a los asesinatos y torturas en las Checas o a la provocación de la Guerra Civil que, por otro lado, estaban convencidos de ganar para instaurar un régimen stalinista en la órbita de la Unión Soviética.

En fin, que seguimos viendo antes la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio.