Resulta que cae la tradicional nevada, o mejor dicho, "nevadilla" de invierno y Madrid se colapsa. Esta vez si hubo previsión y, al menos, 24 horas antes se sabía del riesgo de nevadas en la zona centro, pero ni Fomento, responsable de los accesos y la m-40, ni el Ayuntamiento acertaron en las medidas a tomar para evitar el colapso.
Pues bien, resulta que la única consecuencia de este nuevo caos, ya casi tradicional, año tras año, es una refriega entre los responsables de ambas administraciones el ciudadano Blanco (El de :"se van a enterar quien soy yo") y el Alcalde (muy a nuestro pesar) Gallardón; lo dicho, "Entre bobos anda el juego".
martes, 22 de diciembre de 2009
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